Formas de ver, miles. Creo que hay maneras de hacerlo, millones, pero hay solo un fin y es el mismo para todos. Nadie puede escapar. A pesar de las distintas vidas, logros, sueños y metas todos desenbocan en lo mismo, aunque haya aprovechado o no, disfrutado o sufrido, aunque hayas descubierto la cura para el cáncer o tu único propósito en la vida sea mirar un partido de fútbol. Eso puede diferenciarnos a lo largo del camino pero en la llegada somos todos iguales. Llegamos, en diferentes maneras, en distintos tiempos pero llegamos y es lo único que tenemos seguro, es hacía donde sabemos que vamos, donde no queremos ir -por cobardes y miedosos- pero hacía donde nos lleva el destino, que hay después es una gran sorpresa.