domingo, 31 de octubre de 2010

Cuando te sentís encadenado, acobardado, atrapado. Simplemente estas perdido en un laberinto interminable. Debes en cuando esta bueno llorar, nos libera el alma un rato. Cuando está ese vacío, que no sabes porqué pero te duele. Queres escapar, que te trague la tierra al menos por cinco minutos, sino dormís porque ahí estás a salvo. Lejos de todo, sumergido en tu mundo. Lamentablemente tenemos que afrontar la realidad, guste o no. Ahí es cuando caemos en depresión, tristeza, bajón. No afrontamos una mierda, lloramos, pataleamos, puteamos a la vida. No sabes que hacer, no encontramos el eje, nos llevamos el mundo por delante. ¿Y qué queda? Así es la vida, la adolescencia, de eso se trata: madurar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario