miércoles, 10 de noviembre de 2010

Mi corazón ya no entiende más tu idioma, si querías estar sola ¿para qué me abrís? Leyendote presiento que me extrañas, no estaré alucinando, parece que no. No te preocupes la condena me empieza a caer, yo que creía que sentías lo mismo de ayer. Perdoname, me equivoqué. Perdoname, me equivoqué. Hoy tu voz me susurraba algo, yo entendía lo contrario de lo que hoy haces. Siempre me haces equivocar, siempre me llevas al mismo lugar. Si ya te ganaste mi pecho roto ¿para qué insistir mandando fotos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario