Y es raro verte y no sentir ese cosquilleo, eso de querer esconderse, es extraño. De repente me da igual verte, no verte, hablarte, saludarte, que con esa inocencia inmadura, sin querer, nos choquemos, no sé, ya no importas. Hoy no se te sonroja la cara si te hablo, hoy no agachas la cabeza cuando me ves, hoy yo te miro y sigo de largo, no me detengo en vos. Hoy no te busco desesperadamente por el messenger ni espero que alguien te vaya a hablar de mi. Igual es lo mejor. Vos estas bien, te veo feliz, yo estoy como estoy pero no es por vos. Aunque a veces pienso que pasaría si hubiéramos sido distintos, yo era feliz en ese abril, creo que vos también. Era eso de necesidad constante, no había un día en que no quisiera escucharte o escribirte y después se tornó enfermizo y obsesivo, así se hundió todo. Pero aunque seas inmaduro, idiota e imbécil te deseo lo mejor.